Me enamoré de la República Dominicana en 2004, cuando visité Cabaret en un viaje con todo incluido. Desde entonces he realizado más de 20 viajes por el país, siempre con la intención de dar el paso desde Canadá. No fue hasta este año que esos sueños se hicieron realidad y eso se debió a que al girar una piedra se encontró esta joya de ciudad: Las Terrenas. Este es el lugar que había estado buscando y que no sabía que existía. Era el secreto mejor guardado del Caribe, pero ahora se ha descubierto. La gente viene en masa de todo el mundo. La locura que se está produciendo en todo el mundo occidental y desarrollado ha creado la tormenta perfecta para que esta hermosa ciudad estalle.
